domingo, 19 de julio de 2009

Obtienen alumnos `humildes` buenos resultados .

Analiza el Ceneval características de los más sobresalientes en el examen único

De los 139 alumnos que obtuvieron los mejores resultados en el examen de ingreso a los bachilleratos de la ciudad de México, 21 por ciento unos 29 jóvenes pertenece a familias cuyos ingresos mensuales fluctúan entre los mil y los 4 mil pesos, según un estudio del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval).

Otros 46 estudiantes, 33 por ciento , viven en familias con ingresos mensuales de entre 4 mil y 8 mil pesos. Les sigue otro grupo de 34 jóvenes, es decir 24 por ciento , que reportó tener ingresos familiares de entre 8 mil y 15 mil pesos.

Por último, 22 por ciento de estos estudiantes con alta calificación en el examen de ingreso, unos 30, reveló tener ingreso familiares iguales o superiores a los 15 mil pesos al mes.

A un mes de que la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) hiciera públicos los resultados del también denominado examen único, el Ceneval dio a conocer algunas de las características socioeconómicas y hábitos de estudios de los 139 estudiantes que obtuvieron el mayor número de aciertos en el examen, esto es entre 123 y 116 de un total de 128 preguntas.

Desde 1997, el Ceneval realiza una encuesta cada año con el propósito de conocer el contexto en el que se están formando los mejores estudiantes. A través de ella descubre la escolaridad de los padres, el ingreso familiar, las horas que los jóvenes le dedican al estudio, así como los libros que han leído en los últimos 12 meses, fuera de lo que son su textos obligatorios.

El estudio de este año revela que el nivel de escolaridad de los padres se incrementó respecto al año pasado, cuando el promedio era de bachillerato y ahora la mayor proporción se ubica dentro de la licenciatura.

En los primeros resultados que el Ceneval obtuvo, se aprecia que entre los 139 estudiantes con mejor desempeño, el 68 por ciento de estos jóvenes dedican, como mínimo seis horas al estudio y el máximo es de más de 10 horas.

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