domingo, 26 de julio de 2009

Tiene razón el MP, si salimos vamos a reincidir, dicen Benà tez y Pacheco

Gustavo Castillo Garcà a Ť Mario Benà tez, El Gato, y Alberto Pacheco, El Diablo, identificados por las autoridades judiciales y universitarias como dos de los principales là deres del movimiento estudiantil, afirman que el Consejo General de Huelga (CGH) no está derrotado ni fracasó, pese a que, a un año de lucha, según ellos, no han obtenido solución a ninguna de sus demandas.

Para Benà tez, profesor de la Facultad de Economà a hasta antes de la huelga, la normalidad en la UNAM retornará con la realización de un congreso plural, en el que participen estudiantes, trabajadores, académicos, investigadores y autoridades que integran la máxima casa de estudios.

La entrevista con La Jornada de estos dos dirigentes, identificados como cabezas de las corrientes más radicales del CGH -junto con Alejandro Echevarrà a, Jorge Martà nez Valero y Và ctor Manuel Alejo Plata, de la Facultad de Ciencias Polà ticas, y Leticia Contreras, de Ciencias- se llevó a cabo en el área de locutorios del Reclusorio Norte. Semana tras semana, ellos han visto salir libres a varios grupos de estudiantes. Van quedando los casos que los abogados defensores indentifican como los más difà ciles de resolver jurà dicamente. En particular, para ellos dos, su liberación al corto plazo no aparece en el horizonte. Son el núcleo de lo que se conoce como la ultra.

Ambos consideran que el panorama en la UNAM "es absurdo, el mismo dà a en que se ofrece diálogo se reprime. Ya nada más los oyes hablar de diálogo, y šagárrense!, porque viene un golpe", y agregan: "el llamado del rector Juan Ramón de la Fuente a negociar será un acto de sordos, porque la autoridad se ha adjudicado la mayorà a de los lugares en el congreso".

El Gato, quien logró huir de sus captores el primero de febrero, tras los hechos violentos que se suscitaron en la Preparatoria 3, afirma que el CGH podrà a iniciar con rectorà a una negociación "tipo laboral", en la que ni la representación estudiantil ni la universitaria obtengan la aceptación plena de sus exigencias, pero sí una, en la cual se alcanzaran acuerdos para discutirlos en un congreso universitario, y puso como ejemplo la aceptación temporal de la suspensión de và nculos con el Centro Nacional de Evaluación (Ceneval), a cambio de que "las autoridades realmente cumplan con el retorno pleno al Reglamento General de Pagos de 1966".

-ƑQué van a hacer ustedes?

-Primero: no aceptar ninguno de los cargos que nos adjudican; no vamos a asumirnos como delincuentes. Segundo: no vamos a dejar de lado las demandas. No luchamos ni hicimos este movimiento para sacar presos. Una vez libres vamos a continuar. Cuando el juez decidió ratificar que no nos daba la libertad porque, como dijo el Ministerio Público, somos capaces de hacer lo mismo, y argumentó que somos peligrosos sociales, sinceramente debo reconocer que tiene razón. Allá ellos si me sueltan, y lo digo sin temor y francamente, si me liberan voy a continuar en el movimiento.

-Mario, decà as que el 6 de febrero el CGH sufrió un duro golpe, lo comparabas con un boxeador en combate, Ƒen qué condiciones está?pacheco-benitez-reno-1-jpg

-Le pegaron muy fuerte, casi al nocaut, pero a mitad de la cuenta de protección se levantó de la lona y subió la guardia. Está atarantado todavà a. Recibe más golpes, como son las nuevas órdenes de aprehensión y el que se haya desatado la lógica del temor, šel temor es terrible!, pero el movimiento no se vence. Este es un movimiento social, y en eso radica su fuerza.

-ƑNo tienen là deres?

-En el sentido del caudillo, absolutamente negativo. Cada dà a que pasa el CGH se revitaliza, aunque las autoridades pensaron en la lógica de corto la cabeza y el cuerpo muere al encarcelar a algunos. Si capturan a todos los là deres les van a hacer falta cárceles, porque este es un movimiento social.

-Las acciones que desarrollan, como las tomas de rectorà a, de la dirección de los CCH, y que desembocan en nuevas averiguaciones previas, Ƒno son actos suicidas por parte de sus compañeros?

Mario: No, son actos de presión para que la autoridad entienda que tiene que dialogar. Deben presentar argumentos y razones para convencernos de que es correcto que se cobre en la universidad, que es positiva la vinculación con el Ceneval, que es benéfica la existencia de cámaras en las lámparas y de micrófonos en los baños, que es bueno el establecimiento de tiempos para terminar una carrera. Tienen que exhibir razones y convencer, no mostrar a los porros y a la PFP. Lo que pide el CGH es sentarse a dialogar. Esta bien, no somos los únicos, pongámonos de acuerdo en un congreso y todos participemos.

-Æ‘No es un fracaso para el CGH lo que ocurre?

-No. El fracaso es del gobierno, porque pese a la campaña de desprestigio que ha orquestado en los medios de comunicación, a la represión, al encarcelamiento, el CGH vive. Esta es la paradoja del gigante Goliat con el pequeño David.

Alberto: El movimiento ha ganado en sus métodos de lucha, ha madurado.

-Æ‘Consideran que el CGH necesita que la sociedad recobre la confianza en su lucha?

Mario: La sociedad no. Se debe romper con el temor, porque la reacción del estudiante es distinta luego del 6 de febrero (dà a en que la Policà a Federal Preventiva ingresó a Ciudad Universitaria), y sabe que si se atreve puede terminar en la cárcel, porque el mensaje del gobierno es pégale a uno y entenderán mil.

-Hay quienes dicen que buscaban mártires para reactivar su movimiento.

-ƑQué necesidad tenà amos de mártires, de cárcel? Nosotros no impulsamos las reformas en la UNAM. Tan fácil que hubiera sido dar marcha atrás y llevarlas a un congreso.

-De acuerdo con su visión, Ƒse puede dar otro cierre de instalaciones, una segunda versión de la huelga?

Mario: Las reformas se mantienen, las autoridades no han cumplido ni con sus promesas de ya no hacer cobros y dejar todo como estaba en el Reglamento General de Pagos de 1966. Sigue habiendo represión, y si para combatir esto es necesario hacer otra huelga, una toma de instalaciones, no descartamos una nueva huelga para que el gobierno resuelva las demandas. Quienes dicen que hay que luchar desde dentro del aparato institucional están equivocados.

La cárcel representó para todos un "acto violento" de parte de las autoridades federales, dijo, y pese a reconocer que en el reclusorio los universitarios son bien tratados, señala que para ellos no existen "canonjà as".

No obstante, no dejó de mencionar que "en prisión no hay nada que sea digno humanamente", y describe asà su estadà a en el Reclusorio Norte: "es ver a la gente que quieres martes y jueves durante 15 minutos; es estar hacinado en una celda de 2 por 3 metros con ocho compañeros más; es no tener privacidad para ir al baño; es tener que comer en el mismo lugar donde te bañas y haces tus necesidades", eso "es violencia".

Alberto Pacheco y Mario Benà tez aceptan no estar arrepentidos de haber participado en el movimiento estudiantil, por el contrario, dicen que volverà an a hacerlo, aunque rechazan ser delincuentes, que hayan saqueado a la UNAM, ser vándalos y también que alguna vez fueron "cerrados, ultras, engorrosos, maniacos de la polà tica o desestabilizadores del paà s".

Asegura que han sido amenazados dentro del reclusorio, que desde el Centro de Observación y Clasificación (COC) otros internos los insultan, los provocan, los amenazan. "Están convencidà simos de que saqueamos la universidad, robamos computadoras, somos vándalos, golpeamos a los estudiantes y no los dejamos ir a clases, de que robamos los laboratorios e incendiamos los invernaderos".

-ƑCuál serà a la virtud del CGH?

-La que reconozco y admiro es su capacidad de subsistencia. El CGH está rompiendo con el temor y se reactiva. La única manera de matarlo es quitándole la razón de ser, y eso es cumpliendo sus exigencias.

Alberto: Fue aprender de los errores. Faltaba madurez, pero las fallas de procedimiento no incidieron en la estrategia general, esa era correcta.

-ƑCuáles son los errores del movimiento estudiantil?

-Calcular los rumores que el gobierno desató en contra de muchos de nosotros, porque mi huida el primero de febrero en la Preparatoria 3 provocó una enorme desconfianza. Todavà a escucho hasta mi celda corrillos respecto a que si nuestra escapatoria o nuestra permanencia en la cárcel es porque estamos protegidos por un grupo en el poder o amparados por Gobernación. Eso dentro del CGH nos pegó šdurà simo! Creo que en muchos compañeros se sembró la desconfianza, y cuando uno ofrecà a una salida viable al movimiento, la veà an con recelo. La palabra negociación era prácticamente prohibida.

-Entonces, Æ‘consideras que tu escapatoria fue un "error" premeditado de la PFP?

-šClaro! Tal vez hubiera sido mejor si me hubieran capturado y me ponen una madriza para demostrar que no negocié nada. Creo que dentro del CGH la desconfianza dañó mucho.

No hay comentarios: